Uno de los males endémicos de la sociedad moderna son los dolores musculares, propiciados en parte por un ritmo de vida en ocasiones frenético, malos hábitos conductuales, escasez de actividad física y un sinfín de costumbres nada favorecedoras para nuestra espalda. Al caer la noche y dejarnos caer en la cama, es habitual que toda la tensión acumulada y los vicios adquiridos por malas posturas salgan a relucir, impidiéndonos disfrutar de un descanso placentero y haciéndonos padecer de dolores cervicales, lumbares e incluso vertebrales. ¿Cómo solucionar este problema? ¿Cómo evitar el dolor de espalda al dormir? Te damos las claves para mitigar los efectos de los dolores de espalda y poder disfrutar de un adecuado descanso durante las noches.
Las causas más habituales de los dolores de espalda
Debido al extenuante ritmo de vida del mundo moderno es habitual sufrir de dolores de espalda sin una causa aparente, una dolencia que cada vez aparece a edades más tempranas. Es bastante complicado averiguar cuál es el origen exacto que provoca estos molestos dolores sin estudiar las rutinas diarias de actividad física y ocio, pero entre las causas más frecuentes está el abuso de ocio electrónico (una mala postura durante las jornadas maratonianas de series o durante esas partidas a la videoconsola que se alargan son fatales para la espalda), la omisión o inadecuada ejecución de los estiramientos antes y después de realizar actividad física, una saturación de las capacidades musculares por actividades laborales que requieren de un continuado esfuerzo físico o el uso de un colchón de calidad deficiente, así como la adopción de malas posturas durante el sueño.
Para evitar que nos moleste ese intenso dolor de espalda al dormir por las noches, lo mejor es recurrir a un equipo de especialistas capaces de encontrar el colchón y los complementos de descanso más apropiados y ajustados a nuestras necesidades. Por otro lado, existen maneras de reducir las probabilidades de sufrir de estos dolores durante las noches, como no dormir boca abajo para no comprometer los músculos de las cervicales, sustituir el colchón viejo en caso de encontrarlo incómodo o cambiar las almohadas para que nos permitan disfrutar de la mejor posición para dormir con dolor de espalda en la medida de lo posible.
Mejor postura para dormir con dolor de espalda
Aunque parezca mentira, existen posiciones concretas para aliviar los dolores de espalda. Dormir boca arriba o de lado (mejor inclinándonos sobre nuestro costado izquierdo, de modo que el hígado no se deje caer sobre el estómago y evitemos molestias gástricas) es la mejor manera de evitar el dolor de espalda al dormir, favoreciendo una correcta postura de la columna vertebral y manteniendo los músculos de la espalda relajados para evitar contracturas, distensiones y pinzamientos que nos impidan descansar por las noches.
Pero hay más formas de paliar las consecuencias de sufrir de dolores de espalda por las noches. El uso de mantas durante el invierno o calefactores de cama pueden ofrecer una agradable sensación que proporciona un alivio momentáneo muy de agradecer en los casos más leves, favoreciendo una correcta postura al entrar en la cama y evitando la aparición del molesto dolor de espalda al dormir.
No obstante, conviene tener en cuenta varios aspectos para encontrar la mejor posición para dormir con dolor de espalda. El más importante es el grado de esponjosidad y rigidez de la almohada. Uno de los orígenes más sorprendentes y habituales de los dolores de espalda, sobre todo de los cervicales, está en la almohada. Su altura, que viene dada por el grado de relleno de la misma, es determinante para evitar el dolor de espalda al dormir si está en su justa medida o, por el contrario, fomentar su aparición en caso de ser excesiva. Por esta razón es conveniente asegurarnos de que su rigidez es la adecuada para favorecer una buena postura al dormir.
¿Qué ocurre si la altura de la almohada no es la adecuada? Que los músculos del cuello sufrirán tensiones durante toda la noche, fomentando la aparición de lesiones musculares de distinta gravedad. Además, si la almohada resulta ser demasiado baja, para compensar esta carencia haremos uso de los brazos para encontrar la altura deseada, algo muy perjudicial para nuestra salud: no solo es incapaz de evitar el dolor de espalda al dormir, sino que es la peor posición para dormir con dolor de espalda al depender de nuestros propios brazos para apoyar la cabeza, manteniendo el cuello en tensión durante toda la noche, impidiendo un correcto descanso y fomentando, además, los cortes de circulación sanguínea en brazos y manos, con las molestias que ello puede causar durante la noche.
Cojines y almohadones, un arma de doble filo
Es recurrente la idea de utilizar voluminosos cojines y almohadones de gran tamaño para crear una superficie mullida sobre el colchón y ayudarnos a encontrar la posición adecuada para dormir. Sin embargo, el uso de complementos innecesarios que entorpezcan nuestro movimiento natural por las noches resulta enormemente perjudicial para nuestro descanso diario. Si lo que buscas es saber cómo evitar el dolor de espalda al dormir para mejorar tu descanso, llenar la cama de cojines y almohadones cruzados no es la solución. Más bien al contrario: céntrate en sustituir las piezas que presenten algún tipo de carencia, como el colchón o la propia almohada, y deshazte de todo aquello que no necesites y que entorpezca tu descanso.
Además, los cojines nunca deben situarse por debajo de nuestra espalda por las noches. Es frecuente utilizar estos complementos para ayudar a la columna a situarse de una manera determinada, mitigar los dolores lumbares o favorecer la relajación en el sofá durante el día, pero su papel en la cama debe quedar relegado a un segundo plano. Utilizar estos cojines y ubicarnos encima de ellos por las noches puede ser fatal si lo que buscamos es precisamente evitar el dolor de espalda al dormir. En vez de eso, si lo que buscas es crear una superficie mullida para tu espalda para aliviar tus dolores por las noches, lo mejor es que te sitúes boca arriba sobre una serie de capas de mantas finas que maximicen la sensación de estar en una nube, manteniéndote en la mejor posición para dormir con dolor de espalda mientras te dejas caer sobre ellas para que su suavidad te proporcione el alivio que buscas.En los meses de más calor, lo más recomendable es utilizar cubres y sábanas que fomenten la transpiración de la piel, y nunca quedarnos expuestos a corrientes de aire ni aparatos de aire acondicionado. Si no sabes cómo evitar el dolor de espalda al dormir en verano, prueba a alejarte de los chorros de aire frío que salen de tu aparato acondicionador y verás como notas una gran mejoría: los cambios bruscos de temperatura no se llevan nada bien con tus dolores de espalda, sobre todo si no duermes boca arriba, ya que dejarás al descubierto tu espalda y te expondrás a sufrir de lumbalgias y otros molestos dolores de espalda.