El colchón es una inversión esencial que tiene repercusiones directas en nuestro bienestar y en nuestra calidad de vida. De hecho, es bien sabido que disfrutar o no de un buen descanso puede influir directamente en nuestra salud y energía diaria. Así pues, cuidar el colchón es muy importante para garantizar que tu colchón se encuentre en perfectas condiciones y te ayude a alcanzar un sueño reparador durante muchos años. Para garantizarlo es crucial que le dediques tiempo su limpieza y mantenimiento.
Por este motivo, en este artículo, vamos a darte los consejos esenciales que te ayudarán a realizar el mantenimiento del colchón y asegurarte de que este continúe proporcionando el soporte y la comodidad que necesitas durante el descanso. Desde girar y voltear regularmente tu colchón para distribuir el desgaste de manera uniforme hasta mantenerlo limpio y protegido contra manchas y alérgenos, vamos a mostrarte cómo extender su durabilidad. Sigue leyendo para obtener más información al respecto.
Girar y voltear regularmente es indispensable
Aunque muchas personas no lo tienen en cuenta, el hecho de girar y voltear periódicamente los colchones es una cuestión muy importante para distribuir el desgaste de los mismos de una manera más uniforme. Gracias a ello, puedes asegurarte de que el colchón tenga una vida útil más larga y que no se desgaste excesivamente por uno de los lados, lo que puede acortar sustancialmente su durabilidad.
Lo más recomendable es voltear y girar los colchones, al menos cada 6 meses para conseguir un mejor rendimiento y minimizar la aparición de signos evidentes de desgaste. Cuando hablamos de voltear el colchón, nos estamos refiriendo al hecho de darle la vuelta para dejar que la cara sobre la que nos hemos tumbado hasta ahora quede debajo, en contacto con el somier. Cuando hablamos de girar, nos referimos al hecho de dejar la parte de la cabeza donde tenemos los pies y viceversa.
Recuerda que cuando te tumbas sobre una cara del colchón, poco a poco se produce un desgaste y el material se puede deformar bajo tu peso. Si le das la vuelta, estarás aprovechando al máximo ambas caras, lo que es beneficioso para el colchón.
Del mismo modo, la parte de nuestro cuerpo donde tenemos el tronco y la cabeza pesa más que las piernas, por lo que debes girarlo para propiciar que el desgaste se reparta de la manera más equitativa posible durante el descanso. Esto es más que recomendable para el mantenimiento de un colchón viscoelástico, de látex, de muelles o de espumación.
La limpieza y la protección del colchón es vital
Comprar un colchón es una inversión importante que no debe tomarse a la ligera, por lo que hay que mantenerlo lo más limpio y protegido posible para alargar su vida útil. Existen gran cantidad de factores que pueden ensuciar el colchón e ir deteriorando sus componentes poco a poco. Con el simple hecho de poner nuestro cuerpo, se desprenden pieles, pelos, grasa y sudor de nuestro cuerpo, así como las manchas de sangre o de orina lo pueden ir estropeando poco a poco.
Del mismo modo la humedad del ambiente, la suciedad, el polvo y los derrames de líquidos son otros de los principales motivos por los cuales se pueden formar manchas más o menos profundas en la superficie del colchón. Por este motivo, es importante proteger y limpiar el colchón.
Recuerda que este tipo de materiales no se llevan demasiado bien con la humedad, por lo que, si utilizas productos como agua oxigenada, bicarbonato de sodio, vinagre, zumo de limón o detergente neutro, debes aplicarlo en cantidades muy pequeñas con un trapo húmedo. Del mismo modo, es recomendable que no utilices productos químicos demasiado abrasivos, ya que pueden dañar los materiales y hacer que tu colchón se termine estropeando. Asimismo, intenta absorber la mayor parte de la humedad con una toalla o un paño limpio y seco después de humedecer su superficie.
Limpiar este elemento de manera demasiado frecuente, por lo tanto, lo puede terminar dañando. Por este motivo, el hecho de decantarse por el uso de protectores de colchón es una de las mejores soluciones. Estas funcionan como una capa protectora de tela entre el colchón y las sábanas. Una vez puesto, tan sólo tendrás que retirar el protector y meterlo en la lavadora, dejarlo secar y volverlo a poner antes de dormir.
Hay que tener en cuenta el control de la humedad
Como hemos explicado anteriormente, la humedad puede dañar un colchón de muchas maneras. Por ejemplo, cuando hace calor, tendemos a sudar bastante más, lo que puede hacer que el colchón se deteriore. Del mismo modo, la humedad ambiental, debido a la cercanía a la costa, al río o a un lago, así como por temporadas y zonas de lluvia intensa también puede hacer que el colchón absorba demasiada humedad y se deteriore.
Cuando un colchón se encuentra más húmedo, se crea un ambiente propicio para el desarrollo de bacterias, hongos y ácaros. Puede parecer una tontería, pero lo cierto es que los materiales utilizados en la fabricación de los colchones, como las espumas, se vuelven blandos con la humedad y pierden gran parte de su durabilidad y su soporte ergonómico. Por ello, si vives en una zona húmeda, lo mejor es apostar por colchones transpirables para mejorar el mantenimiento del colchón.
Del mismo modo, para mantener un colchón seco y libre de moho lo más recomendable es ventilar la habitación de manera regular y tratar de reducir la humedad ambiental. Para el mantenimiento de un colchón de muelles ensacados o de espumación, la instalación de un deshumidificador en la habitación puede resultar de gran utilidad para prevenir que se deteriore.
Prevención de alergias
Las alergias son una de las preocupaciones más comunes para aquellas personas que duermen en un colchón sin propiedades hipoalergénicas. Las alergias más comunes que se suelen dar suelen estar relacionadas con los ácaros, unos arácnidos de tamaño microscópico que se alimentan de las pieles que perdemos cuando dormimos, pero también del polvo y de la suciedad que se deposita sobre la superficie del colchón.
Del mismo modo, los ácaros también proliferan cuando existe humedad en el mismo, debido a la humedad ambiental, a nuestro sudor o al derramamiento de algún tipo de líquido. Estas mismas condiciones también pueden favorecer el desarrollo de hongos y de bacterias, que también pueden ser causantes de algunos tipos de alergias.
Para ayudar a prevenir el desarrollo de alergias, como hemos nombrado antes, te recomendamos apostar por un colchón que tenga un tratamiento hipoalergénico. También puedes utilizar un cubre colchón que dificulte la proliferación de este tipo de microorganismos, como el algodón, el satén, el lino o la fibra de bambú. La limpieza regular y constante también puede resultar de gran utilidad.
Por ejemplo, al aspirar regularmente tu colchón podrás eliminar los ácaros del polvo antes de que se reproduzcan en masa. Del mismo modo, puedes limpiar el colchón y el cubrecolchón con productos desinfectantes no agresivos, como el vinagre o el limón diluidos en agua con bicarbonato de sodio o detergente neutro. Esto es vital para el mantenimiento de un colchón de muelles ensacados, pero también puede servir para el resto.
Cambia el colchón cuando sea necesario
Lo más recomendable siempre es cambiar el colchón cuando pasen entre cinco y ocho años. Esto se debe a que se considera que a partir de los cinco años el colchón comienza a perder propiedades, por lo que el descanso no será tan placentero a partir de entonces.
No obstante si antes de que pase el plazo recomendado notas que tu colchón se encuentra deformado, que te dan ataques de alergia aunque lo limpies bien o no descansas en condiciones por las noches, lo más sensato sería renovarlo y apostar por otro que sea de buena calidad. Después de todo, el descanso es una de las cuestiones que debemos tener en cuenta para empezar los días con la máxima energía así como para prevenir lesiones en nuestros huesos, músculos y tendones.
En resumen, podemos decir que el adecuado mantenimiento de un colchón es esencial para prolongar su vida útil y garantizar un descanso reparador durante las noches. Girar, voltear, limpiar y proteger tu colchón son prácticas totalmente necesarias para asegurarlo. Del mismo modo, el hecho de controlar la humedad y limpiar para prevenir alergias, aunque contribuyen a alargar su vida útil, también ayudan a mejorar la salud de aquellas personas que tienen algún tipo de alergia. Finalmente, te recordamos que debes cambiar tu colchón antes de que pasen ocho años desde la compra o antes si notas signos de desgaste. Después de todo, priorizar el cuidado de tu colchón es una inversión en tu bienestar y calidad de vida a largo plazo.