Dormir bien por las noches es algo imprescindible para que nuestro cuerpo, y especialmente nuestra mente, se recuperen y “recarguen pilas”. Es decir, desde el momento en que nos despertamos, nuestro cuerpo va consumiendo energía y esto se va acentuando a lo largo del día. Por este motivo, cuando llegamos a casa después de una larga jornada de trabajo, nos sentimos cansados y queremos descansar.
Por este motivo, si no dormimos correctamente durante la noche podemos sentir algunos signos de este cansancio a lo largo del día. Entre estos síntomas de agotamiento, podemos nombrar algunos, desde fatiga, irritabilidad o baja concentración, hasta problemas más graves de salud como depresión o ansiedad. En este sentido, podemos decir que los colchones son un elemento clave para ayudarnos a conciliar el sueño y disfrutar de una buena noche de descanso.
Es decir, los colchones de calidad proporcionan a nuestro cuerpo el soporte y la comodidad que necesita. De esta forma, podremos darles a nuestra espalda y a nuestro cuello una posición ergonómica cuando estamos tumbados, previniendo problemas en la columna y dolores varios al despertar. Sin embargo, el colchón no es el único elemento clave en que nos debemos fijar, sino que también es importante fijarse en la almohada. Elegir una almohada adecuada para tu cuello y espalda es igualmente importante para descansar bien por las noches.
Sin embargo, también debemos subrayar que no todas las almohadas proporcionan el mismo nivel de confort, ya que en el mercado puedes encontrar una gran variedad de modelos distintos, de distintos tamaños, materiales y con diferentes niveles de firmeza. Por este motivo, en este artículo te vamos a mostrar qué almohada es mejor para el dolor de cuello. Sigue leyendo para obtener la información que necesitas para disfrutar de el mejor descanso.
¿Qué tipos de almohadas existen?
Como acabamos de comentar, en la actualidad existen una amplia variedad de tipos de almohadas distintas y que se pueden clasificar dependiendo de su tamaño, de sus materiales y, por supuesto, de su nivel de firmeza o de dureza. De hecho, si buscas una almohada para el dolor de cuello, debes tener en cuenta estas variables para elegir el modelo más adecuado para ti.
Tipos de almohadas dependiendo de su firmeza
Al igual que ocurre con los colchones, existen almohadas para el dolor de cuello dependiendo de su firmeza y altura. Estas se clasifican dependiendo de si tienen la firmeza y la altura alta, media y baja. Esto, normalmente, viene dado por el tipo de material con el que están elaboradas y se utilizan para dormir en distintas posiciones y para proporcionar el mejor descanso posible dependiendo de las características físicas de cada persona, así como del movimiento durante las noches.
Tipos de almohadas dependiendo de los materiales
Anteriormente hemos comentado que podemos encontrar distintos tipos de almohadas dependiendo de los materiales con los que están elaboradas. Esto es importante, ya que, dependiendo del tipo de material, estas se adaptarán mejor o peor a la forma de nuestros hombros, cuello y cabeza y nos proporcionarán un descanso de mejor o peor calidad.
De esta manera, podemos decir que, si buscas una almohada para el dolor de cuello y de hombros, puedes encontrarla elaborada con látex, viscoelástica, o de viscogel gel, que pueden ser de firmeza alta, media o baja. Estas son capaces de adaptarse perfectamente a la forma del cuerpo. Asimismo, en el mercado, también puedes encontrar almohadas de plumas y de material sintético. Estas, generalmente, son de baja firmeza y no se adaptan tanto a la forma del cuerpo.
Tipos de almohada dependiendo de su tamaño
Al igual que podemos encontrar en el mercado colchones de diferentes tamaños, también puedes escoger almohadas de distintas dimensiones. Lo habitual es elegir una almohada que coincida con el ancho de la cama. De esta manera, para camas individuales de 180 x 90 cm, lo normal es elegir una de 90 cm y, para una de 180 x 105 cm, lo más recomendable es elegir una de 105 cm de largo.
Ahora bien, para camas de matrimonio, la cosa puede cambiar, ya que, en este caso, puedes elegir una que sea del mismo tamaño que el ancho de la misma cama, pero también puedes escoger dos almohadas que sean de la mitad de su anchura. Por ejemplo, para una cama de 135 o 150 cm de anchura, puedes escoger un modelo que coincida con esta anchura o dos que sean de 70 o 75 cm de longitud.
¿Qué almohada es mejor para el dolor de cuello y de espalda?
Como solemos decir, no existe un único tipo de almohada que proporcione la máxima comodidad para todo el mundo, sino que como no existen dos personas exactamente iguales y con las mismas características físicas, cada una de ellas tiene que elegir la que mejor se adapte a sus necesidades.
Sin embargo, si buscas almohadas para el dolor de cuello y de espalda, debemos recomendar la compra de aquellas que permitan que la columna vertebral quede lo más recta posible y que no quede en una postura forzada y dependiendo de la postura que adoptes al dormir durante las noches.
De esta manera, si sueles dormir de lado, puedes optar por una almohada alta y firme, de látex, viscogel o de viscoelástica. Si duermes boca abajo, lo ideal es que optes por una almohada más bien blanda y con menor grosor, como, por ejemplo, las de plumas o las de material sintético. En última instancia, debemos recomendar, si duermes boca arriba, que elijas un modelo de dureza y grosor intermedios, por lo que también pueden ser útiles las de látex, viscogel y viscoelástica, ya que se adaptan mucho mejor a la forma del cuerpo.
En definitiva, la elección de una buena almohada para aliviar el dolor de cuello y espalda es vital para garantizar un descanso reparador y funcionar perfectamente durante el día. Distintos tipos de almohadas, como las de látex, viscogel y viscoelástica, son perfectas, ya que se ajustan a diferentes posiciones que adoptamos las personas durante el descanso, asegurando una correcta alineación de la columna vertebral y mejorando la calidad del sueño.