¿A quién no le gusta despertarse por las mañanas después de un sueño reparador? ¿Y cuántos lo consiguen? Todos somos conscientes de la importancia de un buen descanso, pero no siempre logramos dormir lo suficiente ni tampoco disfrutar de un sueño de calidad.
¿Sabías que puedes mejorar y favorecer tu descanso con una almohada? Y no, no hablamos de aquella en la que apoyas la cabeza, sino la que sitúas entre tus piernas, acostado en posición fetal.
Muchas personas ya han probado las bondades de dormir con almohada entre las piernas y, quien lo ha hecho, ya no ha dejado de hacerlo. Sí, es bueno poner una almohada entre las piernas y, aunque parezca una especie de leyenda urbana, lo cierto es que, te ayuda, entre otras cosas, a mejorar tu postura e, incluso, la circulación sanguínea.
¿Quieres conocer más acerca de cómo mejorar tu descanso? Sigue leyendo, te damos unas cuantas razones si alguna vez te has preguntado por qué dormir con una almohada entre las piernas.
Beneficios de dormir con una almohada para las piernas
Ya hemos adelantado que, dormir con una almohada entre las piernas, favorece, por un lado, tu postura corporal durante el sueño y, por otro, tu aparato circulatorio, ya que permite que la sangre fluya más fácilmente.
Además de estos dos grandes beneficios, esta manera de dormir trae consigo efectos tan positivos para tu salud como:
Elimina la presión y rigidez muscular
Cuando dormimos en posición fetal, la postura más beneficiosa según los expertos y, muy especialmente, si lo hacemos sobre el lado izquierdo, el peso de una pierna recae sobre la otra, ejerciendo presión y provocando que nos despertemos con la pierna entumecida.
Se trata de una situación que tiene fácil arreglo: sitúa una almohada entre tus piernas y elimina esta presión. Además, evitarás que los músculos se tensen, sobre todo, los de la espalda, por lo que dormirás muchísimo mejor.
Impide que las caderas roten
Es decir, mantendrás una postura adecuada durante gran parte de la noche ya que, la almohada, impedirá que muevas las piernas mientras duermes y acabes boca abajo, la postura más desaconsejable por los múltiples efectos nocivos sobre el cuerpo.
Mejora las afecciones respiratorias
Para aquellas personas que sufran anomalías respiratorias como, por ejemplo, la apnea del sueño, situar una almohada entre las piernas puede ser una gran elección, ya que, al mantener la postura, permite que la respiración se mantenga estable y fluya con normalidad.
Previene las varices
La presión sanguínea que ejerce una pierna sobre la otra mientras dormimos en posición fetal, deriva en tensiones musculares y la posible aparición de las varices.
Si eliminamos la presión sanguínea, minimizamos el riesgo de sufrir estas molestas e, incluso, dolorosas inflamaciones de las venas.
Cómo se coloca la almohada entre las piernas
Para beneficiarte de todos y cada uno de los efectos positivos que trae consigo dormir con una almohada entre las piernas, has de colocarla adecuadamente.
Partimos de la base de que, la mejor postura para dormir, es la fetal hacia el lado izquierdo. De esta manera, favorecemos el drenaje glinfático, esto es, el proceso por el que el sistema nervioso central elimina sus residuos. Además, se alivian molestias lumbares, el reflujo gástrico y, también, los ronquidos.
Sin embargo, en esta postura, la columna no se mantiene alineada, por lo que podría derivar en el pronunciamiento de la curvatura lumbar. ¿Cómo podemos evitarlo? Colocando una almohada entre las piernas.
De esta manera consigues adoptar la mejor postura para dormir: en posición fetal, del lado izquierdo y con la almohada entre las rodillas o, si lo prefieres, entre los muslos. Así, con lo que parece un simple gesto, eliminas tensiones en la parte lumbar, las caderas y las piernas, siendo un gran alivio para personas que sufren lumbago, ciática o rigidez muscular.
En caso de que duermas boca arriba, lo recomendable es que sitúes la almohada por debajo de las rodillas ¿Por qué? Favoreces la alineación de la cadera y se minimiza la curvatura de la zona lumbar, por lo que contribuyes a la salud de tu espalda.
Cómo elegir almohada para las piernas
A la hora de elegir la almohada para las piernas, habrás de tener en cuenta las mismas consideraciones que tendrías para elegir aquella en la que posas la cabeza. Los aspectos a tener en cuenta son:
Ergonomía y comodidad: La almohada que escojas ha de ser cómoda para conseguir que las piernas liberen tensión y se sientan cómodas.
La más adecuada sería la de espuma viscoelástica, que no resulte ni demasiado blanda ni demasiado rígida y, a ser posible, con un diseño cóncavo, que favorezca el apoyo de la pierna superior y la comodidad de la inferior.
Transpirabilidad: la almohada ha de ofrecerte un soporte fresco y transpirable, a fin de alcanzar el máximo confort. Las almohadas viscoelásticas transpirables suponen la mejor opción.
Uno de los accesorios que también puedes valorar es que incorpore goma de sujeción para la pierna y evitar, así, que se pueda caer durante la noche. También considera la opción hipoalergénica, para evitar la proliferación de ácaros.