Las camas articuladas están comenzando a obtener cada vez más adeptos. Muchos asumen que este tipo de camas están orientadas exclusivamente a personas de la tercera edad o a aquellos que tengan problemas de movilidad, pero esto no tiene porqué ser así. Si te estás planteando obtener una cama articulada, es posible que también te interese saber si, además de resultar cómodas, es bueno dormir en una cama de estas características. En este artículo vamos a explicar todo lo que necesitas saber antes de realizar tu compra.
Qué es una cama articulada
Una cama articulada es una cama compuesta por un somier capaz de articularse para cambiar la postura, que puede ser manual o eléctrico, y un colchón capaz de adaptarse a dicha postura. Este tipo de camas están pensadas para que con apenas un botón (en caso de las versiones eléctricas) puedas modificar la postura de la cama, facilitando así tu propia postura al dormir o estando sentado.
Es este precisamente el motivo por el cual por norma general se trata de un tipo de cama orientado a personas con problemas de movilidad o pertenecientes a la tercera edad, ya que facilita en gran medida varias cosas: en primer lugar, la comodidad de la persona, sobre todo si debe permanecer en cama durante mucho tiempo; y en segundo lugar, poder levantarse más fácil al hacer que el propio somier levante una suerte de respaldo que facilite salir de la cama.
Ventajas de las camas articuladas
Ya hemos comentado algunas de las principales ventajas en el apartado anterior, ya que el propósito último de estas camas está orientado a un sector específico de la población, lo que no significa que no podamos beneficiarnos todos de este producto.
Como hemos comentado antes, procura una mejor postura a la hora de dormir. Esto se debe a que al poder modificar la estructura del somier permite que partes de nuestro cuerpo se encuentren elevadas o en una postura más óptima para nuestro descanso. Personas con problemas de espalda o de circulación valorarán especialmente el uso de este tipo de camas al poder confeccionar una zona de descanso más adaptada para ellos, y al poder levantar la parte inferior del colchón podremos dormir con las piernas levantadas, algo que a muchas personas les beneficiará enormemente a nivel de salud.
Además de dormir de forma más cómoda, también permite conseguir una postura sentada más apacible. De nuevo, los principales beneficiados por este producto son aquellas personas que por un motivo u otro necesitan permanecer en cama durante un periodo prolongado de tiempo: pueden ser personas con una discapacidad física, enfermas que necesiten reposo, embarazadas que no puedan realizar movimientos bruscos y a las que se le ha recomendado descanso, etc. Puede proporcionar una estructura cómoda para estar tanto recostado como sentado, facilitando así que la espalda no duela debido a una mala posición o a permanecer demasiado tiempo en la misma postura.
Debido a todo esto, otra de las ventajas más evidentes es que son capaces de adaptarse en mayor medida al cuerpo de cada persona. Está claro que dormir en pareja puede ser algo más difícil, ya que lo que puede venirle bien a uno puede no ser lo óptimo para el otro, si bien también pueden encontrarse modelos adaptados para este tipo de casos en los que los somieres son independientes, aun compartiendo canapé. Puedes ver un ejemplo en nuestro canapé de madera articulado, donde podrás observar cómo un canapé con las dimensiones de una cama matrimonial permite personalizar la postura de cada una de las personas según se adapte a sus necesidades.
El hecho de que estas camas se adapten mejor a cada individuo también se refleja en un mayor descanso, que además puede contribuir a prevenir posibles dolencias musculares, en tanto que la presión se reparte de forma más uniforme en el colchón. A nivel de salud, estas camas cuentan con innumerables ventajas: desde la facilitación para respirar de algunas personas, al tener la oportunidad de elevar la espalda y la cabeza, hasta mejoras de la circulación sanguínea cuando elevamos los pies. En definitiva, son todo ventajas, y sus precios no son muy superiores a una cama de otras características, de modo que puede ser una muy buena opción de compra.
¿Es bueno dormir en una cama articulada?
La respuesta es sí. Teniendo en cuenta todas las ventajas que hemos comentado en el apartado anterior, es de esperar que dormir en una cama articulada sea una alternativa muy saludable, sobre todo a nivel postural. Sabemos que se trata de un concepto íntimamente relacionado con todo lo relativo a problemas de movilidad, de espalda o de la tercera edad, pero no hay motivo para esperar a sufrir alguna dolencia para obtener una cama de estas características. De hecho, al repartir mejor el peso en el colchón y poder obtener la postura que realmente necesitamos para dormir podemos incluso prevenir futuros problemas de espalda, de cervicales, de circulación o de respiración.
Conseguir un buen descanso es de vital importancia para poder llevar una vida sana, y aunque se trata de algo que solemos hacer por inercia sin pensar dos veces en la calidad del colchón o del somier en el que dormimos, llega un punto en el que debemos prestar más atención para poder conseguir una salud postural y un descanso óptimo. Una cama articulada puede cumplir con ese cometido. En cualquier caso, siempre es recomendable consultar con un especialista, como son todos los miembros de nuestro equipo, para conocer cuál es el mejor modelo para cada caso, y, sobre todo, cómo debemos emplear una cama articulada para sacarle el máximo provecho y no hacer un mal uso de ella.