La firmeza de un colchón hace referencia a lo duro o blando que es y se trata de uno de los parámetros en los que nos debemos fijar en el momento en que vamos a comprar un colchón. De hecho, dependiendo de cuál sea el grado de firmeza, podremos descansar correctamente o no por las noches. Asimismo, la decisión de comprar un colchón nuevo va a condicionar la calidad de tu sueño durante casi una década, por lo que no es algo que debamos de tomarlo a la ligera.
Es decir, dormir en un colchón de la firmeza equivocada puede suponer la diferencia entre despertar lleno de energía y de buen humor o empezar el día cansado e irascible. También puede afectar al rendimiento y al desempeño en el trabajo. Esto se debe a que, si descansas bien, también tendrás la mente más despejada y tomarás mejores decisiones de manera más eficiente que en el caso de no disfrutar de una buena calidad de sueño.
Puede que en este punto te alarmes y que pienses en buscar cuál es el mejor colchón que venden en el mercado para poder descansar de la mejor manera posible. Sin embargo, esto no es tan sencillo como parece, ya que no existe ningún colchón que valga para todo el mundo.
De hecho, no todas las personas somos iguales, sino que tenemos características diferentes tanto en el plano físico como en el psicológico. Pero no te preocupes, ya que, en este artículo te vamos a enseñar a saber qué firmeza de colchón elegir para disfrutar del mejor descanso posible.
¿Qué tipos de firmeza de colchones existen?
A grandes rasgos existen tres tipos de colchones dependiendo de la firmeza que ofrecen al usuario durante el descanso. Algunos de ellos son excesivamente blandos mientras que otros son tan duros que pueden llegar a resultar incómodos.
Los colchones de firmeza baja son los más blandos que puedes encontrar en el mercado. Dentro de estos existen también distintos tipos de firmeza, ya que los hay tan blandos como tumbarse sobre una nube y otros, un poco más duros en los que te puedes tumbar cómodamente sin que este se hunda demasiado bajo tu peso. Este tipo de colchón, por lo tanto, tiene la característica de que se adapta perfectamente a la forma de tu cuerpo.
Los colchones de firmeza media son los de dureza intermedia, también conocidos como los colchones de confort universal. Pese a que existen variaciones de firmeza dentro de esta categoría, se considera que no son ni blandos ni duros. Por este motivo, son los colchones más aptos para todo tipo de personas. Estos colchones, además, se adaptan a la forma de tu cuerpo de una manera razonable
Por su parte, los colchones de firmeza alta son aquellos que no se adaptan a la forma de tu cuerpo. Proporcionan al usuario una sensación de rigidez. No obstante, también existen distintos niveles de dureza dentro de esta categoría si no sabes qué firmeza de colchón elegir.
¿Qué tienes que tener en cuenta para saber qué nivel de firmeza del colchón debes elegir?
Como hemos comentado en la introducción a este artículo, no existen dos personas iguales, ya que cada una de ellas tiene características físicas y psicológicas diferentes. Es importante que se tenga en cuenta este punto en el momento de optar por adquirir el colchón que nos va a acompañar durante prácticamente la próxima década. Por ello, vamos a mostrarte ahora qué es exactamente lo que debes tener en cuenta para saber cómo elegir la firmeza de un colchón.
La complexión de tu cuerpo
Una de las primeras cosas para saber qué nivel de firmeza del colchón debes elegir es que no todos los seres humanos tienen la misma complexión corporal, ni la misma altura ni el mismo peso. De hecho, hay personas más altas, más bajas, más corpulentas, más delgadas, etc. Por este motivo, podemos decir que aquellas personas más recias o corpulentas deben optar por un colchón de alta firmeza.
Sin embargo, para aquellas personas de complexión más bien delgada deberían optar por un colchón de firmeza baja. Por descarte, aquellas personas que tengan una complexión normal, ni corpulenta ni delgada, pueden optar mejor por adquirir un colchón de dureza intermedia.
La edad es un factor determinante
También es recomendable saber que la edad de una persona puede determinar si un colchón es ideal para su descanso o le va a resultar incómodo. De hecho, desde que nacemos, nuestro cuerpo va cambiando con la edad, año tras año, por lo que no es lo mismo un colchón de una firmeza determinada para un niño pequeño que para un adolescente, un adulto o una persona más mayor.
De esta manera, los niños pequeños habitualmente necesitan colchones bastante blandos y, a medida que van creciendo, duermen más cómodamente en colchones un poco más duros hasta que llegan a la adolescencia. En esta etapa, los adolescentes duermen mejor en colchones de dureza intermedia, hecho que se mantiene durante la adultez. Sin embargo, las personas mayores y los ancianos descansan mucho mejor, de nuevo, en colchones de firmeza baja.
Ten en cuenta que estos datos son orientativos, ya que también hemos establecido una diferencia dependiendo de la morfología del cuerpo. Es decir que, pese a que una persona sea adulta, si es de complexión muy delgada, probablemente necesite un colchón más bien blando y si es de complexión recia o fuerte, necesitará un colchón más rígido o de mayor firmeza.
Presta atención a la posición que adoptas durante la noche
Como hemos comentado, desde el punto de vista psicológico no todas las personas son iguales. De hecho, hay gente que duerme boca arriba, de lado e incluso boca abajo. Del mismo modo, hay personas que tienden a moverse mucho y cambiar infinidad de veces de postura mientras duermen mientras que otras permanecen inmóviles durante toda la noche. Esto es importante para tener claro qué firmeza de colchón elegir.
De esta manera, si duermes hacia arriba, te interesa optar por un colchón de mayor firmeza, mientras que, si duermes de lado, es mejor que elijas un colchón de firmeza media. Así pues, si tienes la costumbre de dormir boca abajo, te recomendamos elegir un modelo que sea más bien blando.
Asimismo, si te mueves mucho por las noches, es mejor elegir un colchón más duro. En el caso contrario, es preferible optar por otro tipo de colchón que tenga una firmeza más baja. Esto es fundamental para prevenir lesiones o despertar con todo el cuerpo dolorido y con la sensación de no haber descansado nada a la mañana siguiente.
Si duermes solo o en pareja es importante
Si duermes solo no hay problemas, ya que puedes elegir el mejor colchón que se ajuste a las necesidades de tu cuerpo. Sin embargo, si duermes en pareja con otra persona que tiene una complexión física y unos hábitos a la hora de dormir muy diferentes a los tuyos tienes varias opciones. La primera de ellas es optar por un colchón de viscoelástica de dureza intermedia que se adapte a la forma de tu cuerpo y el de tu pareja. Sabemos que no es la solución perfecta, pero es el punto intermedio.
Otra opción es optar por un colchón que permita la existencia de dos zonas de descanso independientes. Estos suelen ser habitualmente de muelles ensacados y de viscoelástica. De esta manera, tendrás dos niveles diferentes de durezas en el mismo colchón. Esta es, con toda probabilidad, una de las mejores opciones a las que puedes optar.
Ten en cuenta tus preferencias
También se da el caso de que hay personas que, pese a ser delgadas, encuentran mucho más cómodos los colchones que cuentan con niveles elevados de firmeza. Lo mismo ocurre con aquellas personas de complexión fuerte o recia que prefieren dormir en colchones más blandos. Si tu cuerpo te lo pide y te despiertas descansado o descansada a la mañana siguiente, adelante, puedes escoger el que prefieras.
Sin embargo, si estás pensando en cómo elegir la firmeza de un colchón, no debes abusar, ya que no es recomendable optar por aquellos que sean excesivamente blandos o demasiado rígidos. No obstante, es muy extraño encontrar modelos con estos tipos tan extremos de firmeza.