
El colchón es una de las piezas fundamentales para disfrutar de un buen descanso. Junto con el somier o canapé y la almohada, no cabe ninguna duda de que el colchón conforma el núcleo central de nuestra cama, ese espacio íntimo y personal donde nuestro cuerpo recupera fuerzas tras cada jornada. De hecho, debemos tener en cuenta que dormir bien no únicamente ayuda a regenerar nuestras energías a nivel físico, sino que también a nivel mental, ya que es fundamental para afrontar cada día con mayor concentración, motivación y buen humor.
Es decir, que un descanso reparador puede influir directamente en nuestra vida laboral, en los estudios, en los proyectos personales y también en nuestras relaciones personales. Cuando no dormimos bien, es fácil que estemos más irritables, que cometamos errores que en otras circunstancias no cometeríamos e incluso es probable que nuestra productividad se vea afectada negativamente. Por este motivo, elegir un buen colchón es mucho más importante de lo que muchas personas creen.
A través de este artículo te vamos a mostrar cuáles son los errores más frecuentes que podemos cometer en el momento de elegir colchón y cómo podemos evitarlos para garantizar un descanso verdaderamente reparador. ¡Sigue leyendo si quieres conocerlos y resolverlos con nosotros!
Elegir un colchón teniendo solo en cuenta el precio
Uno de los errores más comunes cuando no sabemos qué colchón elegir es centrarse exclusivamente en el precio. Muchas personas compran el modelo más barato pensando que están haciendo una buena inversión, mientras que otras eligen el más caro creyendo que eso garantiza automáticamente calidad y confort.
Sin embargo, ni lo más barato es siempre lo mejor para el descanso, ni lo más caro garantiza que se adapte a tus necesidades. Cada cuerpo es distinto, y lo que para una persona es un colchón perfecto, para otra puede resultar incómodo o poco adecuado. En ColchonClub, somos una tienda especializada en la venta de colchones online de excelente calidad, y somos conscientes de que el verdadero valor reside en el hecho de encontrar ese equilibrio entre materiales, firmeza y adaptabilidad, y que no es necesario pagar de más por elementos que quizá no necesitas.
Por este motivo, resulta fundamental que miremos más allá del precio y que tengamos en cuenta otros factores bastante más decisivos que, en última instancia, pueden influir directamente en la calidad del descanso o, al menos, en mayor medida que el precio.
Comprar un colchón sin comparar precios

Otro error muy habitual es tomar la decisión de comprar un colchón sin haber comparado la calidad y el precio con otras opciones similares. El mercado actual de colchones es muy amplio y dinámico, ya que existen modelos de distintos tipos, tamaños y tecnologías, y cada uno tiene sus ventajas dependiendo del uso y de las preferencias personales.
No comparar precios entre productos con características similares puede llevarte a pagar de más por un modelo que podrías haber encontrado más económico en otro punto de venta. Además, dentro de cada tienda puedes encontrar promociones o descuentos que marcan la diferencia. Dedicar unos minutos a echar un vistazo a distintas opciones puede suponer un ahorro importante a largo plazo, sin renunciar por ello a la calidad.
Por descontado, aquí debemos destacar que también es muy importante tener en cuenta las políticas de devolución, los periodos de prueba o las garantías que ofrece cada vendedor, ya que todos estos aspectos influyen en la tranquilidad con la que realizamos esta inversión en descanso.
Elegir un colchón sin tener en cuenta las características de los materiales
Una de las decisiones más importantes que debemos tomar cuando nos preguntamos cómo elegir colchón es fijarnos en los materiales que lo componen. Hoy en día, los fabricantes utilizan tecnologías avanzadas y composiciones muy diversas, cada una con propiedades específicas que influyen directamente en el confort, la adaptabilidad y la durabilidad del colchón.
Por ejemplo, los muelles ensacados son ideales para aquellas personas que comparten cama, ya que ofrecen una excelente independencia de lechos, evitando que los movimientos de un lado se transmitan al otro. Los colchones con viscoelástica, por su parte, ayudan a reducir los puntos de presión en el cuerpo, ya que se pueden adaptar perfectamente al contorno de nuestro cuerpo al descansar sobre ellos.
También destacan los modelos de látex, muy valorados por su comodidad, elasticidad y propiedades hipoalergénicas. Por último, los colchones de espumación son perfectos para entornos cálidos gracias a su gran capacidad de transpiración. Sin lugar a dudas, conocer todas estas opciones y saber cuál se puede adaptar mejor a tus necesidades es un factor fundamental para evitar errores en la elección del modelo más adecuado para garantizar un sueño reparador por las noches.
Apostar por un colchón sin tener en cuenta la firmeza

La firmeza del colchón es otro aspecto esencial a la hora de elegir. Muchas veces solemos pasarla por alto o simplemente, realizamos la adquisición por intuición, sin tener en cuenta las características físicas del usuario o sus necesidades concretas de descanso.
En el mercado existen colchones de firmeza baja, media y alta, y cada nivel tiene una función específica dependiendo de nuestras necesidades de descanso. Los colchones de firmeza media o medio-alta son los más recomendados para la mayoría de personas, ya que ofrecen un buen equilibrio entre soporte y comodidad.
Sin embargo, las personas con menor peso corporal pueden preferir una firmeza medio-baja, mientras que quienes sufren de problemas de espalda o de postura suelen beneficiarse de una base de firmeza medio-alta o alta. En cualquier caso, destacamos que lo importante es no dejar este aspecto al azar y que valoremos realmente cuál es el nivel de firmeza que mejor se adapta a tu cuerpo y a tu forma de dormir.
¿Cómo elegir un colchón evitando estos errores?
Si te preguntas qué colchón deberías elegir, la mejor manera de evitar errores es dedicar un poco de tiempo a investigar. No necesitas convertirte en un experto, pero sí conocer las propiedades básicas de los materiales más comunes, así como comprender qué firmeza puede ser mejor para ti más en función de tus características físicas y de sus necesidades de descanso.
Ten en cuenta las necesidades de descanso
Si compartes la cama, es recomendable que también tengas en cuenta las necesidades de descanso de la otra persona. Puede que lo ideal en estos casos sea optar por aquellos colchones que puedan ofrecer buena independencia de lechos o una adaptabilidad media que funcione bien para ambos.
Prueba el colchón antes de dar por cerrada la compra
Además, si tienes la posibilidad de probar el colchón antes de tomar una decisión, hazlo. Muchas tiendas físicas permiten probar los modelos en exposición, y algunas tiendas online, como ColchonClub, ofrecen periodos de prueba en casa de hasta 30 días que te permiten dormir sobre el colchón durante varias noches antes de dar completamente por cerrada tu compra.
Esto puede marcar una gran diferencia en el descanso. Probar un colchón en condiciones reales es, posiblemente, la mejor manera de saber si es el adecuado para ti. Y si no lo es, asegurarte de que puedes devolverlo sin problemas dentro de los primeros 30 días resulta fundamental para que puedas adquirir otro con total tranquilidad si no te termina de convencer.
En definitiva, podemos decir que elegir colchón es una decisión importante, que no conviene tomar a la ligera. Después de todo, disfrutar de un buen descanso es una inversión directa en salud, bienestar y calidad de vida. Por este motivo, más allá del precio, es clave que tengas en cuenta los materiales, la firmeza y las condiciones de compra antes de tomar la decisión definitiva.