Elegir un tipo u otro de colchón es muy importante en función de cuáles sean nuestras necesidades. No todos los colchones son iguales ni tienen las mismas prestaciones o características. Estos varían en función de la calidad de los materiales, pero también de las especificaciones o necesidades de cada persona. Así pues, podemos encontrar colchones más duros o más blandos, colchones más cálidos o más fríos, colchones con zonas separadas —para evitar percibir los movimientos de la otra persona— o sin ella, colchones más gruesos o menos…
En este artículo queremos analizar específicamente qué colchón para dolor de espalda elegir. Es decir, analizamos cuál es el mejor colchón para dolor de espalda en función de las características que debe cumplir este producto en cada situación específica. Si padeces de dolor de espalda, te recomendamos que leas este artículo. A continuación, encontrarás las claves para saber qué colchón para el dolor de espalda elegir. ¡Sigue leyendo para más información!
¿Qué colchón elegir para el dolor de espalda?
Siempre se ha pensado que la elección de un colchón para dolor de espalda debe ser un colchón firme, en lugar de uno blando. De hecho, hay quienes afirman que para el dolor de espalda es aconsejable dormir sobre el suelo con el fin de acomodar nuestro cuerpo, sin embargo, se trata de una idea equivocada. Nuestro cuerpo necesita una amortiguación cuando descansamos para evitar los puntos de presión y mejorar de esta forma la comodidad —es decir, el colchón no debe ser extremadamente duro—. La clave para elegir un colchón para el dolor de espalda es encontrar un producto que se adapte a nosotros. Hay que tener en cuenta que cada cuerpo es diferente, por lo tanto, no todos los colchones funcionan igual para todo el mundo. Estos deben adaptarse a la fisiología de cada persona. Si encuentras uno que se adapte perfectamente a ti, entonces habrás dado con el mejor colchón para el dolor de espalda. Ahora bien ¿Qué colchón comprar para el dolor de espalda? ¿en qué debo fijarme?
- La complexión de la persona: Como indicábamos arriba, cada cuerpo es diferente entre sí por lo tanto no todos los colchones funcionan de igual manera, y lo que es bueno para uno, no siempre es bueno para otro. Las personas con una complexión mayor necesitarán un colchón más firme para dormir, mientras que los que tienen una complexión menor, deberán decantarse por un tipo de colchón más blando.
- La postura al dormir: Lo recomendado cuando padeces de dolores de espalda, según los expertos, es dormir, de lado. Esto es así debido a que de esta forma se respeta la curva natural que tiene la columna vertebral y el cuerpo queda más equilibrado. La firmeza de un colchón más recomendada para dormir de lado es media. En cambio, si duermes boca arriba, la firmeza debe ser dura, al contrario que si duermes boca abajo, que debe ser blanda.
- La termorregulación: La termorregulación es la capacidad que tiene el colchón para retener el calor y deshacerse de la humedad. Si eres una persona friolera, nuestra recomendación es que optes por materiales de espuma HR o viscoelástica, mientras que, si eres una persona calurosa, el colchón de muelles será tu mejor baza.
- La edad: Las personas mayores deben optar por colchones más blandos para evitar los puntos de presión, mientras que los niños deben optar por colchones más duros.
Mejor colchón para dolor de espalda: tipos de colchones según la firmeza
Un buen colchón es la base para un descanso de calidad, así como para evitar dolores de espalda. La clave para elegir un colchón para el dolor de espalda es escoger aquel que se adapta perfecta a tu fisiología —para ello, debes tener en cuenta las características que hemos explicado en el punto anterior—. Ahora bien, qué diferencia a cada tipo de colchón. Te explicamos cuáles son sus características para que puedas encontrar el mejor colchón para dolor de espalda:
- Colchones con muelles: Son más resistentes y no ceden al peso. Se trata de un colchón recomendable para personas con una complexión mayor o personas con sobrepeso. La firmeza de este colchón es más elevada que la del resto, esto es así debido a las diferentes capas que cubren los muelles y a la resistencia de los mismos.
- Colchones de espuma HR: Son los colchones hechos con espuma High Resilence. De trata de colchones que proporcionan una firmeza media. Por lo que se vuelve una opción muy recomendada para dormir de costado y para personas adultas sin sobrepeso. Los colchones de espuma HR ofrecen una traspiración menor que los de muelles.
- Colchones de látex: Los colchones de látex son una de las opciones más recomendadas para las personas que tienen problemas de dolor de espalda. La razón de ello se debe a que estos ofrecen un excelente nivel de soporte gracias a la elasticidad natural del material. Ello asegura la homogeneidad y el confort placentero al hacer uso de este producto. Este colchón tiene una firmeza media.
- Colchón de viscoelástica: La viscoelástica se le puede añadir tanto a los colchones de muelles como a los colchones de espuma HR. Es una opción muy popular. Dependiendo de la cantidad de viscoelástica que se le añada al colchón, este puede ser de firmeza baja, media, la viscoelástica está diseñada para reducir los puntos de presión tanto en la espalda como en las piernas. Se convierten en una opción muy recomendada para personas mayores que pasan mucho tiempo en la cama por problemas musculares o articulares. Además, este tipo de colchones absorben muy bien los movimientos, por lo que son recomendados para camas de matrimonio.
Por lo tanto, como explicábamos en el momento de responder a qué colchón comprar para el dolor de espalda, es muy importante tener en cuenta nuestras necesidades específicas en función de nuestra fisiología y composición. Pero no solo eso, también hay que conocer qué características ofrece cada colchón para acertar con la decisión. Al final, la elección de un producto y otro depende de cada persona. En cualquier caso, al responder a qué colchón comprar para el dolor de espalda hay que evitar siempre aquellos que no ofrecen buenas prestaciones y la calidad es dudosa, lo cual con el tiempo nos acabará pasando factura y puede intensificar los problemas.